Tercer principio:

La generalización

Lineamientos Curriculares


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El tercer principio tiene que ver con la naturaleza de los contenidos y enseñanzas que debería trabajar la escuela. Históricamente, la escuela ha abordado conocimientos de tipo particular. Se ha concentrado en informaciones o datos, tanto en el área de ciencias sociales como en la de ciencias naturales especialmente. Así mismo, en matemáticas y en lenguaje, la enseñanza ha privilegiado contenidos de tipo procedimental que, tal como dijimos unas líneas atrás, es lo análogo a las informaciones y los datos, pero a nivel de los actos y las acciones.

El presupuesto de partida es que la información particular no puede ser el objeto de la educación. Por eso el principio de la generalidad defiende la necesidad de que la escuela enfatice en los aspectos menos particulares y menos ligados con la información. Se denomina general porque no atañe a aspectos particulares del conocimiento como el dato, el detalle, el algoritmo, los procedimientos, las técnicas o lo específico. Por el contrario, se concentra en conceptos, redes de conceptos, competencias para el desarrollo humano, principios, operaciones intelectuales, valores y actitudes de alto nivel de generalidad y abstracción. Villarini (1996) hablará de dedicar la escuela a los aprendizajes “mayores”, Ausubel (1983 y 2002) y Novak (1982) pedirán concentrar los esfuerzos en los conceptos inclusores para garantizar el aprendizaje significativo; Gardner y Perkins (Blythe et al, 2005: 80) se refieren a la necesidad de enfatizar los contenidos “comprensivos”, privilegiar la comprensión sobre cualquier otro fin educativo y asegurar metas de comprensión abarcadoras.

Según este principio, todas las áreas deben privilegiar los aspectos generales del conocimiento. Deben enfatizar en las proposiciones y los conceptos por encima de las informaciones; deben concentrarse en los valores y no en las normas, y deben focalizarse en la praxis y no en los procedimientos. Esto es así ya que el fin de la educación es lograr un mayor desarrollo general e integral del individuo.

Dado lo anterior, todas las áreas deben seleccionar las proposiciones, los conceptos y las redes de conceptos más generales e inclusores que deberían ser aprehendidos por todos los estudiantes. Deben elegir los principales contextos a los que dichos conceptos pueden transferirse, y deben elegir los principales valores y actitudes a desarrollar.

Este principio curricular anuncia que el trabajo, al generar un currículo orientado por competencias, debe representar hoy el inicio de un cambio de paradigma en la educación Latinoamericana. Hasta nuestros días, la escuela sigue centrada en lo particular, pues está totalmente ligada a la finalidad del aprendizaje. Su meta sigue siendo que el estudiante aprenda, es decir, que incorpore un conocimiento particular ya elaborado.

Aristóteles decía que definir un concepto era precisar su género y su diferencia específica, es decir, pensar en la clase que lo contiene y en la característica específica que lo diferencia de los demás miembros de dicha clase. Para

Aristóteles, el género es el atributo esencial aplicable a muchas especies diferentes (Tratado de Lógica, Siglo IV, edición 2004: 6). En este sentido, es claro que conceptualizar implica generalizar y abstraer.

Davídov retoma esta conceptualización cuando se refiere al carácter general de todo concepto y cuando precisa que un concepto tiene que hacer abstracción de los rasgos individuales y de las particularidades de los objetos. En sus términos (Davídov, 1979):

El concepto hace abstracción de los rasgos individuales de las distintas percepciones y representaciones, viene a ser el resultado de la generalización de estas respecto a un número indeterminadamente grande de fenómenos y de objetos similares (...) Las operaciones conceptuales y la labor en el plano de los conceptos se reducen al movimiento “hacia arriba” y “hacia abajo” por esta escalera de dependencias.

J. Bruner en su texto titulado El proceso mental en el aprendizaje (2001: 25 y 26), sostiene una tesis similar. Para el autor, la categorización les permite a los seres humanos disminuir la complejidad del entorno, identificar los objetos del mundo, reducir la necesidad de aprendizajes constantes e interrelacionar diversas clases de acontecimientos.