Docente Mediador

Pedagogía Dialogante


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"Inviten a 40 niños de 5 años su casa durante el día a jugar y después me dicen is quieren dedicarse a eso, durante todos los días de su vida. Lo docentes lo hacen y no sólo se dedican a jugar, sino a también a enseñar, convivir y comunicarse"
Julián De Zubiría

‘Los docentes que hacen metacognición en su que hacer pedagógico tienen la ventaja de mediar mucho mejor a sus estudiantes’. ‘Son capaces de tener un mejor dominio de grupo y de acompañar de manera acertada, a los estudiantes que presenten dificultades en su proceso de aprendizaje’. ‘Elevan el interés por el conocimiento de los niños, niñas y adolescentes y garantizan su desarrollo integral’. Estas son algunas de las premisas que la docente Bertha Sarmiento compartió en el Seminario Docente 2019, en su ponencia Las competencias didácticas del mediador del (Instituto Alberto Merani) IAM: Derivadas de la obervacion de las clases de los docentes iniciantes y los docentes expertos.

Bertha afirma que si los docentes obervan lo que hacen l@s estudiantes, aprenden de ell@s mismos. También dice que deben preguntarse, qué mediacion hubo detrás de su proceso de desarrollo.

Las clases más dialogantes con un ambiente de cordialidad generan pasión, alegría y felicidad por aprender y gozo en el profe por enseñar. Esto propiciará preguntas y respuestas originales.

“Hay profesores que se escandalizan y no saben que hacer con un estudiante que tiene dificultades en lo actitudinal o en lo académico. Porque se han acostumbrado a una pedagogía para el más participativo, el que va más rápido. Lo que no están formando la resiliencia en los estudiantes, son los profes que nos acostumbramos a que los procesos académicos deben ser un éxito: cuando un niño da muestra de un mal comportamiento o mal balance académico, resulta un ‘dolor de cabeza’ para el docente”, dice Bertha.

Cada profe tiene un modelo de autoridad que se construye a partir de sus vivencias y formación. De ahí que un profe decida ser autoritario, permisivo o democrático a la hora de promover el orden y la atención de la clase o para mediar una situación de irresponsabilidad o plagio. “Generalmente, el adulto apela al trato que recibió cuando niño o adolescente, y así mismo se relaciona con sus estudiantes” .

Por tal razón hay que tener cuidado de reproducir esos patrones de la escuela tradicional en la que muchos fueron formados. Una educación en la que desconoce por completo el sujeto que aprende, que prioriza la información, la memoria y las respuestas correctas; un método que usa la fuerza, el grito, el regaño y la amenaza, cuando el estudiante presenta algún bloqueo, rebeldía o apatía.

La situación es distinta cuando el profe usa ese poder para que los estudiantes aprendan y no para que dé las respuestas correctas como sea. Es decir, su autoridad debe detectar cómo es el proceso de adaptacion de ellos, qué les falta y qué se podría mediar para impactar en su desarrollo. Además, cómo desarrollar sus mentes para que sean más perceptivos, para que tengan más herramientas que les sirvan para comunicarse y adaptarse al mundo.

“Muchos docentes tienden a adultizar al niño. Y esa dinámica es lo más parecido a la educación tradicional. Ese niño, que “estiran” de manera salvaje para que sea adulto, resulta obligado a entender lo que yo aprendi en la universidad, por ejemplo. El niño siente toda esa fuerza innecesaria y genera una resistencia, promovida por el mismo docente”, afirma la profesora Bertha Sarmiento.

No hay que perder de vista el rol que se tiene como pedagogo y el objetivo principal que consiste en orientar a un ser que está en una etapa de aprendizaje. ¿Cómo cautivar a los adolescentes más difíciles? ¿cómo incentivar la lectura y la escritura en los estudiantes? Sin embargo, ¿a cuántos de nosotr@s los estudiantes nos ven leer, comentar sobre libros o los invitamos a leer lo que escribímos? No olvidemos que el ejempo es la mejor herramienta persuasiva que existe.

Basada en las competencias universales de Reuven Feuerstein (Feuerstein, 2000; Terrasier, 2002 y De Zubiría, Osorio y León, 2005), la proferosa Bertha propone en la ponencia, delimitar el perfil del docente en la intencionalidad o actitud mediadora, en la mediación del sentimiento de capacidad del estudiante y, en la mediación del significado y del comportamiento cognitivo de lo enseñado. También tuvo en cuenta el desarrollo de la autonomía, las competencias transversales, la Zona de Desarrollo Próximo y el interés por el conocimiento. Estas variables ayudaron a caracterizar el perfil mediador del docente.

Para el Ciclo Exploratorio (0º,1º y 2ª) constata que l@s docentes expertos son muy empáticos con la actividad rectora del Ciclo: exploran y enseñan a explorar, indagan y muestran cómo hacerlo, generan y muestran gran curiosidad, actúan y crean escenarios de aprendizaje en los que los niños se apropian de la clase. Estos docentes participan de la actividad rectora, dinamizan el aprendizaje, los procesos de descentración, el asombro y la alegría.

Sin embargo, sugiere la necesidad de planear la intencionalidad de acuerdo con grupo, lograr su regulación y el control de la conducta cognitiva. De esta manera, l@s docentes pueden anticipar estrategias de mediación de control del comportamiento y adecuaciones para mediar competencias transversales.

Para el Ciclo Conceptual (3º, 4º y 5º) la empatía del docente con l@s estudiantes está en el saber, en el fuerte deseo de aprehender y conceptualizar diversos temas. L@s profesores que se orientan hacia la actividad rectora del Ciclo logran muy buenos avances en las Zonas de Desarrollo Próximo. Aunque identifican a l@s estudiantes con mayores y menores niveles de desarrollo, les falta un trabajo análogo con los de menor desarrollo. Por tal razón, requieren diseñar estrategias de andamiaje para los niños y niñas que van a ritmos más lentos.

En cuanto al Ciclo Contextual (6º, 7º y 8º) resalta una buena intencionalidad y planeación de la clase. Los docentes explican conceptos abstractos y tranversalizan pensamiento al nivel conceptual, no obstante incluyen muy poco la actividad rectora del Ciclo: conversatorios, debates, páneles y mesas redondas. Sugiere utilizar textos que expongan posturas en tensión para generar debate y desarrollar independencia de criterio.

Los docentes del Ciclo Proyectivo (9º, 10º y 11º) planean las clases centradas en el contenido pero concebido desde la extensión y no desde la profundización aunque se debe trabajar más la mediación del sentimiento de capacidad. El sentimiento de capacidad no debe confundirse con la necesidad de la apobación del adulto.

“La competencia de mayor desarrollo en las clases observadas de todos los Ciclos, es la de la intencionalidad – reciprocidad, generadora de elevado interés por el conocimiento y participación en clase. La competencia de menor desarrollo en la mayoría de las clases observadas, es la mediación del sentimiento de capacidad, que conlleva a la graduación de los ejercicios por niveles de complejidad, hacerlos accesibles a los estudiantes sin dejar de retarlos, la detección de la Zona de Desarrollo Próximo y la lectura de diferentes niveles de desarrollo”: Bertha Sarmiento.

La formación de los docentes iniciantes, debe girar en torno al diseño de clases y estrategias didácticas centradas en ejercicios de andamiaje, para elevar las Zonas de Desarrollo Próximo de los estudiantes. También requieren mediar las competencias transversales de pensamiento, comunicativas y de comprensiones humanas, de manera más intencionada.

De ahí la importancia de la sistematización de las experiencias y documentos de los seminarios y de las didácticas de clase como insumos para los procesos de adaptación de los profes nuevos (iniciativa que deberían liderar y apropiarse los mismos profesores).



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